Novena a la Virgen de Luján - Séptimo día
 

SÉPTIMO DÍA: A través de la Virgen, Dios nos da alivio y consuelo para nuestros dolores.

En 1684, el padre Pedro Montalbo viajó desde Buenos Aires afectado por ahogos asmáticos. Quería vivir o morir cerca la Virgen. Fue recibido por el negro Manuel, que como a otros enfermos, lo ungió con el aceite de la lámpara que ardía en honor de la Virgen; y le expresó que si se curaba, sería el primer capellán de la Virgen de Luján. Y efectivamente, luego de sanarse, el padre Pedro la sirvió durante 16 años, hasta su muerte.

 

LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:

De la segunda carta a los Corintios:
        “Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios. ” (1, 3-4)

 

RECEMOS:
DEL PROFETA ISAÍAS (Cap. 38)
Antífona: Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.

Yo decía: En lo mejor de mis días me tengo que ir:
he sido destinado a las puertas del abismo
por el resto de mis años.
Yo decía: Ya no contemplaré al Señor
en la tierra de los vivientes;
no veré más a los hombres
entre los habitantes del mundo.

Estoy piando como una golondrina,
gimo como una paloma.
Mis ojos se consumen de mirar a lo alto:
¡me oprimen, Señor, sé tú mi fiador!

Mi amargura se cambió en bienestar:
tú has preservado mi vida
de la fosa del aniquilamiento,
porque has arrojado detrás de tus espaldas
todos mis pecados.

Porque tú me salvaste, Señor,
haremos resonar nuestras liras
todos los días de nuestra vida
junto a la Casa del Señor.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Antífona: Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.

 

Intenciones:
- Virgen Madrecita mía: traje a mi hijo a hacerlo tu hijo y así por intermedio tuyo Dios deposite sus manos en él. Tiene problemitas de salud, que con tu ayuda y la mano del Padre va a superar... Gracias, Madre.  
- Virgencita: te voy a pedir por una compañera que estuvo internada conmigo. Es una persona muy buena conmigo y te quiere mucho.
- Virgen de Luján, gracias por sanar a mi hijo y ayudarme a mí a superar mis problemas de salud.

(Podemos agregar otras oraciones.)

Padre Nuestro...

Dios te salve, María...

Gloria al Padre, al Hijo...

 

ORACIÓN FINAL:
Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por quedarte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.

 

<<Atrás

 

Fuente: www.basilicadelujan.org.ar

 
 
     
     
 
Dirección de email

Contraseña

 
     
   
 
 
Todos los derechos reservados ©1999-2010. Desarrollado por InterWebSite de Argentina.