Novena a la Virgen de Luján - Décimo día
 

DÉCIMO DÍA: El amor de la Virgen nos da la libertad para estar al servicio de nuestros hermanos. >Leer más...

El negro Manuel, un esclavo traído de África, cuidó la imagen de la Virgen, contó su historia y recibió a los peregrinos. Muchos enfermos recobraban la salud cuando Manuel los ungía con el aceite de la lámpara que ardía en honor de la Señora. Siempre decía: “Soy de la Virgen, nomás”.

 

LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:

“Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su Señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.” (15, 15-17)

Intenciones:
Virgen de Luján, gracias por darme la libertad y poder estar con mi familia. Ayudame en todo momento, librame de toda tentación y nunca más separarme de mi familia. 

(Podemos agregar otras oraciones.)

Padre Nuestro...
Dios te salve, María...
Gloria al Padre, al Hijo...

ORACIÓN FINAL

 

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Fuente: www.basilicadelujan.org.ar

 
 
     
     
 
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